(Artículo publicado en el blog de Federico Marín Bellón)
No se puede decir que sea práctico y, a simple vista (si es que algo tan pequeño puede verse a simple vista), las piezas son desproporcionadamente largas, al menos según los gustos que nos inculcó el viejo Staunton. Tiene el tamaño de una moneda de cuarto de dólar, pero lo más sorprendente de este juego no son sus dimensiones, sino su elevado precio: más de 3.200 euros.
Pues ya ven, 3200 € por un ajedrez tan pequeño que no sirve ni para jugar en él. Lo que no está para juegos es la bolsa, que de máximos nos manda hasta los infiernos. Una bajada del 7% en una semana es mucho, sobre todo teniendo en cuenta a lo que estábamos acostumbrados; jornadas soporíferas, una tras otra, pero no olvidemos que seguimos dentro del lateral y no se ha roto ni por arriba ni por abajo.
Era de esperar una corrección tras las subidas y los comentarios de Draghi, pero ha sido tan rápida que no nos ha dado tiempo de engancharnos al tren para intentar ganar unos cuantos puntos. Ahora se espera que no rompa los mínimos del viernes, que recupere algo, pero tardaremos en atacar nuevamente las resistencias.
A falta de 5 sesiones para el último vencimiento del año, las pérdidas han aumentado y va a ser difícil acabar el trimestre con beneficios. La estrategia a seguir a partir de ahora es centrarme más en la venta de opciones y menos operaciones con Futuros.
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